LOS SUCESOS DEL 25 DE MAYO DE 1809 EN CHUQUISACA |
Estanislao Just Lleó S.J.(*)
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CHARCAS EN LA
PAZ |
LOS DELEGADOS DE CHUQUISACA
Por dos veces envió la Audiencia gobernadora sus comisionados a La Paz. A una
primera actuación, aparentemente al menos, infructuosa, siguió una llena de
éxito. Michel, uno de los más exaltados revolucionarios chuquisaqueños será el
artífice de ésta.
El 28 de mayo, “muy al alva”, salieron, para cumplir su comisión de delegados de
la Rl. Audiencia gobernadora ante las autoridades de La Paz, para las que
llevaban sus correspondientes Rls. Provisiones, el vecino Gregorio Ximénez, y el
bachiller Manuel Toro y Ocampo. Su estancia en aquella ciudad, no debió durar
mucho tiempo, pues antes del mes los encontramos a los dos prestando declaración
ante el oidor Ussoz en la sumaria abierta por la Audiencia. A pesar de ello, la
tardanza y la falta de noticias despertó recelos en La Plata, por lo que, según
nos dice Gómez Soto, se decidieron a enviar a un nuevo comisionado, este fue el
abogado Michel, más conocido por el apodo de Malaco, recién llegado de su
comisión a Cochabamba.
La actuación de Michel fue muy fructífera. Aunque su actuación en aquella ciudad
queda un poco envuelta en la obscuridad y el misterio, a él se le atribuye, por
todos los testigos de las diferentes sumarias, el estallido de la revolución en
La Paz.
La finalidad que le llevó a allí es evidente para sus contemporáneos. Bien claro
lo dice, por ejemplo, el médico Salas: “es notorio en Chuquisaca que Michel fue
a aquella Ciudad con el designio de sublevarla”, lo que matiza un poco más el
diputado de comercio de La Plata, Fernández Alonso, quien, después de afirmar
que había sido Michel, “el origen del aquel alboroto que sucedió en ella”,
añade, “o cuando menos ha oído hablar de esto que contribuyó mucho…” Testimonio
que refunde el abogado Baez al achacar el alzamiento de La Paz, a la
consecuencia de la comisión del Turbulento Michel o Malaco…”
La colaboración que encontró entre los paceños, según el historiador boliviano
Alcides Arguedas, fue grande, “y no hubo necesidad de desplegar grandes
esfuerzos, ni meterse en comprometidas aventuras para ganar la decisión de los
paceños, tiempo ha prevenidos contra los peninsulares y anhelosos de verse
libres para implantar reformas que estuviesen enarmonía con los adelantos del
tiempo”.
Supuesta ésta, sigue diciendo el citado historiador, “únicamente tuvo que
presentarse a las juntas secretas que a menudo se celebraban desde que se
conocían los conflictos internos y externos de España y explayar allí lo que sus
antecesores de la Universidad de San Francisco Xavier de Chuquisaca, desde antes
de 1802, venían pregonando, es decir la emancipación” Cosa que comprueba el
contemporáneo Matalinares, cuando dice en su declaración ante el intendente de
Potosí, que “el dicho Emisario Malaco, antes de presentar en el Gobierno de
la Real Provisión en su encargo, se aseguró primero en el Pueblo del buen éxcito
de la gestión, y que si el Gobierno no lo apoyaba, le sostendría el mismo
Pueblo”.
Sánchez de Velasco, puntualiza un poco más esta actuación de Michel. Parece ser,
según el escribano de Cámara de la Audiencia de Charcas, que no solamente se
contento el abogado chuquisaqueño con exponer los sucesos de la capital del
distrito, sino que a él se debió la formación de la Junta Tuitiva. Estas son las
palabras que recoge el escribano en sus Memorias: “Como las ideas del
Comisionado que marchó a La Paz por orden de la Audiencia, para dar razón de los
sucesos, fuesen enteramente libres, incitó secretamente a la formación de una
Junta con el nombre de Tuitiva, y negoció el movimiento que debía realizarse el
16 de julio”.
Para el intendente de Potosí, por su parte, la sublevación de La Paz, se debía a
“las resultas de la estada del Comisionado de Charcas en La Paz, un Doctor
Michel y por las especies seductivas que dejó sembradas, y Pasquines que
estampó…”, afirmación que coincide con las expuestas por algunos prófugos de
La Plata, que ya habían prestado declaración ante él.
(*) Just Lleó Estanislao “Comienzo
de la Independencia en el Alto Perú: Los sucesos de Chuquisaca, 1809"
páginas 518-520; Editorial Judicial Sucre- Bolivia 1994
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COLOQUIO DE HISTORIADORES
IBEROAMERICANOS
Importancia Continental de la
Insurrección del 25 de mayo de 1809
LAS OCURRENCIAS DE CHUQUISACA: 25 de mayo de 1809 (**)
Estanislao Just Lleó S.J.
Conclusión
Hasta el momento no se ha publicado absolutamente nada que la haya podido hacer
variar sustancialmente, ni aparecido documento alguno que haya supuesto
modificación alguna. Los que he encontrado en estos años, algunos de los cuales
he citado –Olaso y Ballivián que por ejemplo-, no han hecho nada mas que
ratificarme en las conclusiones que sacaba en aquel entonces y que creo que
puedo ratificar ahora. Decía en aquel entonces:
“Ante nuestros ojos han ido desfilando muchos hombres que se han movido en
múltiples situaciones caminando en una dirección. Unos lo han hecho
conscientemente; otros al compas de los tiempos y con menor claridad, han
seguido la misma ruta; todos con sus quehaceres –con su ser y estar-han
protagonizado lo que hemos denominado el “Comienzo de la Independencia en el
Alto Perú. Los sucesos de Chuquisaca”; por ello ahora queremos terminar con
unas conclusiones que se deducen de todo el camino recorrido. Estas son:
1.- Duración del movimiento
La revolución de Charcas tiene una duración mayor que la que pudiera suponer los
sucesos de la noche del 25 de mayo de 1809. Si tan sólo nos fijásemos en éstos,
prescindiendo de cuanto supone la formalidad del movimiento, nuestra visión de
los hechos sería inexacta. El nuevo Gobierno que surge en la madrugada del día
26, con toda su acción revolucionaria, se extiende hasta la llegada del
presidente Nieto -25 de diciembre de ese mismo año-, con lo que nuevamente se
vuelve a imponer el régimen anterior.
Durante ese tiempo –siete meses- se verifica la auténtica revolución por medio
de la atracción de personas a las ideas revolucionarias independentistas,
patrimonio de la activa minoría, libre propaganda de ellas, y fomento de
movimientos similares en otros lugares del distrito de la Audiencia. Si el
resultado efectivo, la ruptura del vínculo jurídico con la metrópoli, no se
consigue, no se debió a la carencia de ideas o móviles emancipadores, sino a la
inmadurez de los proyectos y a los obstáculos puestos por los intendentes de las
provincias vecinas. Por consiguiente, la extensión en el tiempo del movimiento
revolucionario de Chuquisaca llega hasta el 25 de diciembre de 1809. Tiene, pues
una duración de siete meses, y todos ellos integran un solo todo.
2.- Sentido del movimiento
Considerando de esta forma el suceso revolucionario, los siete meses integrados
en un solo todo, la finalidad del movimiento es claramente independentista.
Este, con su contenido ideológico y su acción libertaria, supone el comienzo de
la lucha que llevará al Alto Perú a la consecución de su independencia de la
Corona de España.
A partir de este momento, y hasta el reconocimiento jurídico de aquella, el
territorio del Alto Perú no volverá a estar plenamente sometido a la monarquía
española. Su sometimiento o independencia dependerá ya de los avatares de la
guerra general de la independencia americana.
Los sucesos de La Paz de julio de 1809, y los del año siguiente en otros lugares
del territorio –Cochabamba, Oruro, Potosí, etc.- solamente adquieren su plena
comprensión partiendo de la obra revolucionaria de Charcas. A través de ellos, y
mediante la influencia de unos sobre otros, el movimiento chuquisaqueño llega a
entroncar con el que surge un año más tarde en la capital del virreinato, Buenos
Aires, y con el movimiento general emancipador hispanoamericano.
3.- Casualidad del movimiento
Sobre una base general social que supone el estado indefinido de descontento
existente en Charcas –especialmente en una minoría muy determinada-, y teniendo
como ocasión operativa la crisis monárquica surgida en la Península a raíz de
invasión napoleónica, van a incidir dos corrientes causales, la que supone el
contenido doctrinal, ideológico y cultural, y la que marcan los sucesos de otra
naciones y ciudades. Todo ello implica la única y gran causa que produce el 25
de mayo de 1809.
De ellas, quizás, la que adquiere una más marcada preponderancia es la formada
por el conjunto de doctrinas que suponen las corrientes tradicionales
hispánicas. Todo el planteamiento ideológico de la revolución chuquisaqueña se
hace partiendo de la base de los más clásicos principios del origen de toda
sociedad y de los derechos del rey y del pueblo; especialmente cuando se supone,
como punto de partida, la pérdida de España o la desaparición del monarca.
4.- Comienzo del fenómeno independentista hispanoamericano
Supuesto lo que llevamos dicho, y teniendo en cuenta el sentido y realidad del
movimiento chuquisaqueño del 25 de mayo de 1809, se debería adelantar en un año
la fecha del comienzo de la independencia general hispanoamericana.
El movimiento de Charcas es el comienzo de la lucha por la emancipación de los
territorios alto peruanos. El desarrollo de los sucesos está estrechamente
vinculado –temporalmente y por su contenido ideológico-, con el movimiento de la
Junta de Buenos Aires de 1810. Por lo tanto la fecha de 1809 -25 de mayo- parece
más acorde con la realidad de los sucesos.
Por todo ello, podríamos llamar a Charcas, la cuna real de la independencia
hispanoamericana
(**) Just Lleó Estanislao: Las ocurrencias de Chuquisaca: 25 de mayo de 1809,
Coloquio de historiadores iberoamericanos Organizado por Fundación
Cultural “La Plata”
página 40-42 Editorial Tupac Katari, Sucre Bolivia 1999.