RAMON GARCIA LEON Y PIZARRO |
(Orán, actualmente Argelia, 1745 - Charcas (actual Sucre, Bolivia), 6 de diciembre de 1815)
Noble, militar y administrador público español,
que como presidente de la Real
Audiencia de Charcas gobernó
la intendencia
de Chuquisaca durante
los últimos años del período colonial español en el Alto
Perú. En
octubre de 1796 fue
nombrado gobernador de la provincia altoperuana de Charcas,
cargo que incluía la presidencia de la Audiencia
de esa ciudad. Asumió el cargo en octubre
del año siguiente. |
Tuvo
varios choques con el cabildo de la ciudad, con la Audiencia, con la Universidad
y con el Arzobispo Moxó, que a su vez estaban enfrentados entre sí. En medio de
los conflictos perpetuos entre autoridades que eran norma en la Colonia, tomó el
partido del arzobispo y se enemistó con los demás. Dada su edad avanzada, dejó
los asuntos administrativos en manos de sus colaboradores, aunque su gobierno
fue considerado generalmente como positivo.
A fines de 1808 recibió al general José Manuel de Goyeneche, enviado especial de
la Junta Suprema de Sevilla – que, en realidad, representaba solamente a esa
ciudad. Traía noticias del alzamiento español contra los franceses y venía a
pedir ayuda. Pero, en su camino, había entrado en contacto con los partidarios
de la coronación de la princesa Carlota Joaquina de Borbón, hermana del rey y
esposa del regente y heredero de Portugal. El gobernador y el arzobispo lo
recibieron amablemente, pero la Audiencia lo acusó de estar conspirando con los
portugueses para anexar el Virreinato del Río de la Plata –incluido el Alto Perú
– al imperio portugués. De modo que el enviado, tras varias semanas de
discusiones, tuvo que huir al Perú.
Pero la noticia y las actividades de Goyeneche hicieron que la opinión pública
se alarmara, y rápidamente se formaron partidos, entre ellos algunos partidarios
de formar una junta de gobierno, e incluso de la independencia.
García Pizarro y el arzobispo Moxó fueron acusados de aceptar la propuesta de
Carlota Joaquina y de favorecer los intereses portugueses, en detrimento de los
derechos de la corona española
El 25 de mayo de 1809, con la intención de calmar la situación, García Pizarro
ordenó la detención de algunos oidores, regidores y un abogado. Solo fue
capturado Jaime de Zudáñez, quien se convirtió en el protagonista de la noche
revolucionaria, del inicio de las acciones independentistas del opresivo
absolutismo monárquico de los reyes españoles.
En la madrugada del 26 de mayo el Presidente de la Audiencia de Charcas firmaba
su renuncia al cargo y a la hora, los oidores emitían un decreto declarando que
estaban reasumiendo el mando de la presidencia; era la Audiencia Gobernadora.
El sábado 27 de mayo a la una de la tarde, por decisión de la Audiencia, García
Pizarro era llevado preso al edificio de la Universidad. Por delante iba el
comandante Álvarez de Arenales, con su bastón de mando, y a su lado el oidor
Ussoz y Mozi; detrás, el escribano Ángel Mariano Toro.
Eran acompañados por el capitán de las milicias recién organizadas, Joaquín
Lemoine, y diez milicianos uniformados y armados con fusiles. El expresidente
fue insultado en el trayecto. Se le tomó una declaración y le realizaron un
embargo e inventario de sus bienes.
Permaneció recluido en un ambiente de lo que hoy es el Museo Casa de la
Libertad, hasta el 18 de noviembre de 1809, según un oficio del arzobispo Moxó
al virrey Baltazar Hidalgo de Cisneros.
Al recobrar su libertad, García Pizarro no se fue de la ciudad. Se quedó hasta
su muerte