Luis Luksic |
Antonio Dubravcic Luksic
Gastón Cornejo Bascope
Luis Luksic Nació en Potosí, Bolivia, el 20 de febrero de 1911 falleció . Murió en el hospital universitario de Caracas, Venezuela, el 16 de septiembre de 1988
Hijo
de la yugoslava Antonia Luksic
Lleva el apellido de la
madre que es de origen croata. Luis Luksic, falleció
víctima de la enfermedad. Fue muy querido y admirado pues cultivó
muchos amigos en Venezuela y nadie lo abandonó, lo apoyaron siempre
e incluso en aquel momento se encontraba acompañado de su hijo
Carlos Luksic Nava". (No murió en el desamparo como afirman algunas
fuentes). |
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Posteriormente se casó con la venezolana Gladis Guevara y tuvieron
un hijo, Wladimir. Tuvo una hija, Noida Brígida Vera, con la boliviana
Josefina Vera
Estudió en la Escuela de
Bellas Artes de La Paz, Bolivia. Y comenzó a estudiar medicina en Santiago
de Chile (1929), la cual no concluyó; y al retirarse de la carrera de
medicina, se dedicó al arte y la política.
Estuvo residenciado en Chile (1922-32); regresó a Bolivia (1933) y fue
director de la Escuela de Bellas Artes de La Paz (1948). Estuvo en la cárcel
por sus ideas políticas y se exilió, participó en el II Congreso Mundial de
la Paz, en París, Francia; y fue uno de los fundadores del Partido de la
Izquierda Revolucionaria (PIR) y militó en el Partido Comunista de Bolivia (PCB).
El crítico de arte Rigoberto Villarroel Claure, en su estudio de Arte
contemporáneo mencionó a Pintores, escultores y grabadores bolivianos relata
el trabajo artístico que desempeñó Luksic en Bolivia.
Ejerció el profesorado y posteriormente asumió la Dirección en la Academia
Nacional de Bellas Artes “Hernando Siles Reyes”, de la ciudad de La Paz. Con
referencia a su técnica artística, Villarroel afirma: “Está dotado de teoría
académica y conocimiento técnico; conoce los secretos de su pintura (…).
Cultivó con asiduidad el paisaje neo-impresionista, con virtuosidad en la
combinación del colorido imaginativo y libre, sin tendencia, ni concepto
preconcebido”.
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“Canto a la ciudad y
al mundo” “Un viaje interno y desarrollo espiritual”
“Inocente huésped de la alegría” “Títeres Tuqueque”
Estos motivos tuvieron cierta notoriedad y atención en distintas
exposiciones individuales en el Museo Social Argentino (Buenos Aires), en
1948; en la Real Sociedad de Acuarelistas (Londres) y en la Casa de América
Latina (París), estas últimas dos exposiciones realizadas en 1949; y en el
Club Paraíso de Caracas (Venezuela), en 1959, entre otras exposiciones.
En el campo poético, Luksic se movió entre el vanguardismo, el surrealismo y
la protesta social. Los escritores Armando Soriano Badani y Julio de la
Vega, en su compendio sobre la Poesía Boliviana (La Paz, 1982), se inclinan
en considerar las odas de Luksic como una manifestación de la etapa
vanguardista en Bolivia: “Nutridos de cierto objetivismo realista cultivado
con imágenes renovadas y audaces, y un vanguardismo de subjetiva tendencia
que penetra hasta las abismales profundidades del subconsciente (…). Estos
vanguardistas renuevan la poesía, insuflando un inédito soplo emocional que
transforma su imagen original”. El bohemio Luis Luksic llegó a publicar
Cantos de la ciudad y el mundo. Poemas 1932-1947; Cantos de la ciudad y del
campo (ambos poemarios se publicaron en 1948); 4 poemas y dibujos (1958);
Cuatro conferencias (1963); y Elogios a este paraíso terrenal en el que
vivimos (1980).
Finalizada la contienda bélica con el Paraguay (1932-1935), Luis Luksic fue
seducido por la política. Al respecto, el escritor y político José Antonio
Arze describe esta etapa política con las siguientes palabras: “Por suerte,
lo mejor de la juventud menor de 40 años se alineó decididamente, después de
la Guerra del Chaco, bajo las banderas de la izquierda antifascista. Dos de
los mejores valores poéticos de hoy, Yolanda Bedregal y Luis Luksic, son
antifascistas”. El trovador Luksic fue uno de los fundadores del Partido de
la Izquierda Revolucionaria (PIR) y luego pasó a militar en el Partido
Comunista de Bolivia (PCB). A partir de los años cuarenta, participó
activamente en el Congreso de Izquierdas como delegado del Grupo
Vanguardista de La Paz. Sobre este periodo político, el subjefe del PIR,
Ricardo Anaya Arze, indica: “En La Paz se agrupó una juventud brillante y
luchadora, pero no alcanzó a desplegar estrategia política sistemática, lo
cual impidió una acción más positiva del PIR en la sede de gobierno”. Anaya
hace referencia a los entusiastas jóvenes: Julio de la Vega, Alberto Crespo
Rodas, Alfredo Otero, Luis Luksic, Jaime Saenz, Emilio Estrada, entre otros.
El espíritu revolucionario de Luis Luksic fue plasmado en cantos
surrealistas inspirados en el PIR.
El escritor y poeta Luis Luksic boliviano que se retrata a sí mismo en verso:
Ramos de huacataya
Cierran la
enredadera de mi voz.
frutos de zarzamora revientan.
En mis labios y un ácido perfume
De callejuelas podridas de papel
Inaugura el aluminio de mis visiones.
… Soy el maní azul de los thantakjatus,
El santo manchado de las trastiendas.
… No ando al comienzo de las cosas.
Tampoco ando al final.
Y un color multitudinario
Me confunde en la
Nada de mi yo”.
CUENTO QUE NO LLEGARÍA A SER CUENTO O SI LLEGA A SER CUENTO ES EL CUENTO DEL TÍO:
Para mi sobrina: Elena Dubravcic Luksic
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Un caballo de agua dormido era la sombra de un árbol, ríos de
estrellas pasaban jugando, |
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En el prólogo del libro, su hijo, Luis Carlos Luksic Nava afirma de su padre
lo siguiente: “Luis Luksic se convirtió en un personaje muy querido y
admirado en Venezuela debido tal vez a su generosidad, su sonrisa, su
bondad, su alta calidad humana, intelectual y artística, su irreverencia
ante los sistemas establecidos
La agitada época que le tocó vivir al versificador Luksic se tradujo en
persecución, prisión y destierro por sus convicciones izquierdistas. Sobre
este punto, Gastón Cornejo Bascopé indica que Luksic fue exiliado a Europa:
“Permaneció dos años en París donde dio conferencias en la Maison de
L’Amerique Latine y participó en el evento político más importante de ese
tiempo: El Segundo Congreso Mundial de la Paz celebrado en París, en abril
de 1949, donde se reencontró con Pablo Neruda y compartió ideales y
presencia de con grandes personajes, Pablo Picasso, Joliot Curie e Ilya
Eremburg”.