HENRI TOULOUSE-LAUTREC, |
Dr. Antonio Dubravcic- Luksic
Henri Marie Raymond de Toulouse-Lautrec
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Sus habilidades para el dibujo fueron estimuladas por su tío, el conde Charles de Toulouse-Lautrec. Comenzó a pintar en 1878 en el taller de René Princeteau, pintor de temas militares y ecuestres. Más adelante estudió pintura con Joseph Florentin Leon Bonnat y Fernand Cormon
Frecuentó los cabarets del distrito parisiense de Montmartre, como el Moulin Rouge, y atrajo con su ingenio e hizo amistad con un grupo de artistas e intelectuales entre los que se encontraban el escritor irlandés Oscar Wilde, el pintor holandés Vincent van Gogh y el cantante francésYvette Guilbert. Visitante asiduo de el teatro, el circo y los burdeles. Los recuerdos e impresiones de los lugares y de sus personajes los plasmó en retratos y bocetos. Ejemplos son La Goulue entrando en el Moulin Rouge(1892, Museo Toulouse-Lautrec, Albi), Jane Avril entrando en el Moulin Rouge (1892, Courtland Gallery, Londres) y En el salón de la calle des Moulins (1894, Museo Toulouse-Lautrec). |
En 1890 ya había madurado su estilo, se apartó del Impresionismo y se acercó
decididamente a Edgar Degas, tal como revela el rico cromatismo, la importancia
dada a la línea en la formación de la figura, y el lugar preeminente ocupado por
las dinámicas figuras tomadas de la sociedad contemporánea y plasmadas en
posturas características y naturales. El artista pretende dar a sus trabajos el
aspecto sencillo y espontáneo del esbozo y, en realidad, a menudo sus formas se
reducen a lo esencial hasta tal punto que parecen casi estilizadas. Realizadas
con amplias pinceladas, sus pinturas y grabados son, en esencia, dibujos
lineales. En las figuras, la cabeza aparece más acabada que el resto del cuerpo
como si el ojo del pintor fuese el de una máquina fotográfica enfocada hacia un
punto concreto de tal modo que el resto quedase desenfocado. Rechazando el
claroscuro y el sentido plástico de la forma, se sirvió de una perspectiva
descendente, cortante que recuerda tanto las estampas japonesas como el arte
fotográfico de su tiempo. Su cromatismo es teatral y fantasioso, hecho de rojos
oscuros y verdes. No fue un artista del plain-air: la luz, en sus escenas al
aire libre, es cambiante y poco natural. Destacó, sin embargo, en la
representación de la vistosa atmósfera de la vida nocturna, artificial, sórdida
y densa.
A diferencia de los Impresionistas, Toulouse-Lautrec, insistió mucho en las
expresiones de las caras para revelar un carácter o un estado emotivo, y exageró
los rasgos hasta caricaturizar los rostros, fascinado por temas muy peculiares
como prostitutas o criaturas marginadas por la sociedad, grotescas y, al mismo
tiempo, profundamente humana. En 1891 dibujó su primer cartel por encargo del
Moulin Rouge para anunciar a los bailarines La Goulue y Valentín le Désosse.
Su afición al alcohol deterioró su salud, y desde 1897 padeció manías, depresiones y ataques de parálisis en las piernas y en un costado. En ese año, sufriendo delírium trémens disparó a las paredes de su casa tratando de matar arañas imaginarias. Todo esto no le impidió seguir pintando hasta que en 1899 fue internado en un sanatorio mental, donde realizó una colección de pinturas sobre el circo. |
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Abandonó su estudio para refugiarse con su madre en el
castillo de Malromé, propiedad de la familia, donde el 9 de septiembre de 1901
falleció.
En 1922 se inauguró el Museo Toulouse-Lautrec en el Palacio de la Berbie.
Jane Avril, una de las bailarinas del Moulin Rouge, era una persona solitaria y autosuficiente. Esta característica de su personalidad la podemos observar perfectamente en esta obra de Toulouse-Lautrec, excelente retratista del alma de sus modelos; quizá para reforzar esa autosuficiencia la ha captado saliendo de su lugar de trabajo, sin llamar la atención, ataviada con un discreto chaquetón y un casquete cubriendo su cabeza, con el rostro pálido y el cabello recogido. La figura, triste y oscura, se recorta sobre un fondo más claro obtenido con puntos y rayas amarillas que intentan sugerir la luz de múltiples lámparas de gas. Las figuras que aparecen tras ella están de espaldas, como indicativo de la escasa relación de la bailarina con su público, no como las demás divas del Moulin La Gaulue o Yvette Guilbert quienes no eran nadie sin público. |
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Bibliografia
• Lévêque, Jean-Jacques: Henri de Toulouse-Lautrec. París: ACR PocheCouleur,
2001. ISBN 2-86770-146-5.
• ADRIANI, G., Toulouse-Lautrec, London, Thames and Hudson, 1987.
• HUISMAN, P.H. y Dortu, M.G., Lautrec por Lautrec, Barcelona, H. Blume, 1982.
• Toulouse Lautrec Autor: Neret, Gilles Editora: Taschen do Brasil
• Henri Toulouse-Lautrec Autor: Monsa Editora: Monsa (Portugal)