RECONOCIMIENTO A LA CIUDAD DE SUCRE COMO CAPITAL DE BOLIVIA |
Dr.
Antonio Dubravcic-Luksic
Corría el año 1898. Bolivia perdió el mar en la Guerra del Pacífico 20 años
antes y habían transcurrido 75 años desde su fundación, algunos renombrados
ciudadanos de La Paz, se alzaron en lucha por el poder. Posteriormente los
hechos aclararon que el interés estuvo centrado en el auge de la explotación del
estaño, constituyendo una nueva fuente de ingresos para la oligarquía minera,
sus intereses económicos, personales y sed de poder.
La sociedad Chuquisaqueña y su dirigencia, preocupada por el desenfreno que la
fiebre minera hubo desatado, hizo que el Presidente Severo Fernández Alonso
promulgara la “Ley de Radicatoria” disponiendo que los tres Poderes del Estado
tengan como residencia permanente en la ciudad capital Sucre, mientras que La
Paz preparó la tenencia del Poder y el Estado. El parlamentario Abel Iturralde
argumentó: "La Paz no acepta otro trato que no sea el que le corresponde por
sus condiciones económicas y por el tamaño de su actividad”.
La reconformación del poder del Estado, significó el desplazamiento de la
oligarquía minera de la plata, concentrada en el eje Potosí – Sucre, por la
naciente burguesía del estaño que se focalizó en el eje Oruro – La Paz, esta
reconfiguración afectó los intereses de la clase minera. Nació de esta manera la
idea de un cambio de liderazgo, fruto de la confrontación entre las facciones
liberal y conservadora de la élite dominante. La Paz y su dirigencia
reaccionaron amenazando con independizarse (o anexarse al Perú) y formar su
propio país junto a las ciudades de Oruro y Cochabamba, que de alguna manera
también se veían beneficiadas del auge del estaño. Bajo estas circunstancias,
viéndose afectados los intereses económicos, políticos y el poder en peligro, se
creó la Federación de La Paz conformando un gobierno de tendencia liberal. El
Presidente de la República Dr. Severo Fernández Alonso, tomando en cuenta el
peligro que significaban las posiciones extremas de la oligarquía paceña,
intentó en varias oportunidades un acercamiento al diálogo entre las dos
regiones.
Mientras tanto La Paz continuó con sus planes de reconfiguración de poderes.
Lamentablemente cuando se planteó la posibilidad de un arreglo con los paceños,
fue demasiado tarde, la guerra civil era inminente, surgieron las hostilidades y
el general José Manuel Pando, acompañado de Macario Pinilla y Serapio Reyes
Ortiz, organizaron la Junta de Gobierno en La Paz, estimulando la confrontación
regional para alcanzar el Poder.
El gobernador de La Paz, Federico Zuazo, ordenó la compra en el Perú de 2.500
fusiles Mannlicher, 500 carabinas Winchester y otras armas. Los originarios
aimaras, encabezados por el temible Zarate Willca, se unieron al General Pando.
El primer combate se desarrolló en la aldea de Cosmini. Los federales emboscaron
a los constitucionales causándoles más de 50 muertos. Los sobrevivientes huyeron
a la población de Ayo Ayo. Los heridos fueron alojados en la iglesia de esa
localidad bajo custodia del párroco, pero al día siguiente todos fueron
masacrados por los “originarios federalistas”.
Pando envió un escuadrón a Cochabamba, en la población de Mohoza tuvieron un
conflicto con los originarios. En el transcurso de la noche, en el templo de la
localidad, 120 hombres desarmados fueron asesinados al estilo Ayo Ayo.
Posteriormente el Gral. Pando hizo ejecutar a su aliado Zárate Willca.
La batalla final se dio el 10 de abril de 1899. El General Pando contó con un
ejército de 2.500 soldados y 20.000 indios. El Presidente Fernández Alonso
disponía de 2.300 soldados. Es de esta manera que en el año de 1899 se definió
el tema de poder, con la masacre de Ayo Ayo. Para Sucre, la pérdida de la
capital resultó peor que perder el mar.
El 14 de abril de 1899, la Junta Federal decretó: "Artículo 1: La ciudad de La
Paz es la capital de la República". Pando no pensaba de la misma manera y
respondió: "El cambio de la República sería declarar otra guerra civil". Esto
generó una crisis con los paceños, por lo que se decidió convocar en Oruro a una
Convención Nacional. La Convención decidió la designación del General Pando como
Presidente de la República.
El asunto de la capitalidad fue archivado, porque no había consenso (aunque
posteriormente trasladaron el Ejecutivo y el Legislativo)
¡Éste fue el grandioso final de la guerra federalista frustrada!!
La ciudad de Sucre ingreso al siglo XX con profundas heridas que continúan hasta
el presente.
El hecho de haber perdido la Sede de Gobierno, en una revolución mal llamada
“federal”, ocasionó una frustración colectiva en Chuquisaca, de la cual no puede
reponerse hasta la actualidad
¡Honor y Gloria! Al Comité Interinstitucional de Chuquisaca, y al valeroso
Pueblo de Sucre por los 100 días de lucha en defensa de la Democracia y la
legitimidad