El Día del Mar en Bolivia y Eduardo Abaroa |
Abaroa Fue uno de
los defensores del puente del Topater, en el río Loa, y fue uno de
los que cayó el 23 de marzo de 1879 con la decisión indeclinable de
no rendirse jamás ante las armas del opresor. |
|
|
Intereses ingleses en la guerra del
Pacifico
Durante años el desierto de Atacama -al sur de Bolivia y al norte de Chile- fue
despreciado por ambos países. Pero todo cambió al descubrirse que existían
importantes yacimientos de salitre. Hubo dos tratados de límites antes de la
guerra. El último, firmado por los presidentes Federico Errázuriz y Tomás Frías,
en 1874 que ratificaba el paralelo 24 grados latitud sur como límite entre los
dos países.
El Océano Pacífico es la mayor masa marítima del planeta. La guerra que
describimos se desarrolló sólo en un ínfimo rincón y hubo sólo dos combates
navales. Ambos duraron pocas horas y participaron seis naves; dos peruanas: el
Huáscar y la Independencia; cuatro chilenas: la Esmeralda, la Covadonga, el
Cochrane y el Blanco Encalada.
Para la década del 70 del siglo XIX, el gobierno boliviano se compromete a no
aumentar durante 25 años las contribuciones que pagaban las industrias chilenas
establecidas en su territorio. En Antofagasta, perteneciente a Bolivia, se
instala la Compañía de Salitre de Antofagasta, de capitales chilenos que, el 1º
de mayo de 1872, inicia las exportaciones del “oro blanco” a Europa.
En 1879 el presidente boliviano Tomás Frías es derrocado por un golpe encabezado
por el general Hilarión Daza. Este decretó un nuevo impuesto de 10 centavos por
quintal de salitre exportado. La Compañía de Salitre de Antofagasta se niega a
pagarlo.
El gobierno chileno sale “en defensa” de los capitalistas nacionales. Rompe
relaciones con Bolivia y el 14 de Febrero de 1879 soldados chilenos, al mando
del coronel Emilio Sotomayor, ocupan Antofagasta. En marzo, Bolivia se alía con
el Perú y se declara la guerra a Chile. Para el 5 de abril, Chile declara la
guerra a los aliados. Hacia fines de 1879 Tarapacá queda en manos de las tropas
chilenas.
Invasión chilena - Defensa de Calama
El amanecer
del 23 de marzo la
defensa está ya organizada, cavan zanjas, levantan barricadas y destruyen los
puentes Topáter y Carvajal para obstruir el desplazamiento del enemigo. Ese
mismo día son vistos por el camino a Caracoles 544 combatientes de tres
compañías del Ejército chileno con dos piezas de artillería de montaña y una
ametralladora.
En la orilla opuesta al río Loa, ocho rifleros y dos oficiales junto a Eduardo
Abaroa protagonizan una acción heroica obligando al enemigo a un repliegue
precipitado. Unos 40 chilenos abren paso en el sector del puente Carvajal al
derrotar a 24 defensores apostados ahí. Las fuerzas chilenas ingresan sin
oposición al pueblo de Calama.Un toque de corneta ordena la retirada en
dirección a Chiu Chiu, Canchas Blancas y Potosí. Todos obedecen, menos Eduardo
Abaroa. Los dos oficiales y los ocho rifleros que lo acompañan caen prisioneros.
Eduardo Abaroa muere peleando y se lo recuerda por su célebre frase: "¡Que se
rinda su abuela… Carajo!".
El Océano Pacífico tiene una
superficie que abarca 180 millones de kilómetros cuadrados y baña tres
continentes: América, Asia y Australia. Es la mayor masa marítima del planeta.
La guerra del Pacífico se desarrolla sólo en un ínfimo rincón con sólo dos
combates navales. Ambos duran pocas horas y participan seis naves; dos peruanas:
el Huáscar y la Independencia; cuatro chilenas: la Esmeralda, la Covadonga, el
Cochrane y el Blanco Encalada. Para el 5 de abril, Chile declara la guerra a los
aliados. Hacia fines de 1879 Tarapacá queda en manos de las tropas chilenas.
Severino Zapata fue un militar boliviano con el grado de coronel,
comandante del 2º División del Ejército de Bolivia durante la Guerra del
Pacífico y Prefecto del entonces Cuerpo de Policía y Departamento de Litoral y
Cobija, Bolivia (actual Antofagasta). El Severino Zapata tuvo un rol
preponderante en la antesala de la Guerra del Pacífico y participó en varias
acciones militares como comandante de división de su país. Severino Zapata fue
nombrado prefecto del Departamento de Litoral hacía 1878 bajo el régimen
del presidente boliviano Hilarión Daza. El nombramiento se hacía bajo un difícil
panorama socioeconómico que afectaba a Bolivia en aquella época. Daza se vio
obligado a proveerse de recursos para las arcas instruyendo a Severino Zapata el
gravar impuestos a las empresas chilenas en territorio boliviano vulnerando lo
establecido en el Tratado de límites de 1866 y 1874 firmado entre Bolivia y
Chile.
Las acciones ejercidas por el prefecto Severino Zapata en su calidad de
intendente del litoral boliviano en contra de la Compañía de Salitres y
Ferrocarril de Antofagasta representada en la persona del gerente, Sr. Jorge
Hicks en cuanto al gravamen de los impuestos sobre el salitre y los servicios, y
la posterior intención de rematar los bienes de esta empresa causaron que Hicks
se asilara a bordo del Blindado Blanco Encalada fondeado en el puerto de
Antofagasta.
Severino Zapata ante estos acontecimientos ordenó entonces el remate de los
bienes de la Compañía a realizarse el 14 de febrero de ese año.
Esto motivó la ocupación de Antofagasta el 14 de febrero de 1879 a partir de las
7 horas por parte de fuerzas chilenas y la posterior apertura de la Guerra del
Pacífico entre Chile, Bolivia y Perú, el 5 de marzo de 1879. Severino Zapata
recibió un ultimátum de parte del coronel Emilio Sotomayor en la plaza Colón de
la ciudad conminándolo a la entrega del puerto y rendición.
Una vez desembarcadas las fuerzas chilenas en Antofagasta, Severino Zapata y su
fuerza miliciana de 60 gendarmes se retiraron del puerto de Antofagasta y
marchando por tierra se atrincheraron en un local de la Prefectura del
departamento de Cobija o Lamar para ser expulsadas días más tarde sin
derramamiento de sangre luego del desembarco de una fuerza expedicionaria
chilena el 21 de marzo de ese año, Zapata simuló asilarse en el Consulado del
Perú, pero se retiró al interior.
Severino Zapata participó en la Batalla de Calama, el 23 de marzo de 1879, en la
posición defensiva del vado de Yalquincha contiguo al de Carvajal con 40
hombres, formando filas contra las fuerzas del coronel chileno Eleuterio
Ramírez.
Perdida la batalla, se retiró a la alta sierra boliviana para organizar el
Ejército de la Alianza y pasa a formar como Comandante de la 2.ª División del
Ejército Boliviano con cargo de los Batallones Tarija 7°, Chorolque 8° y Grau
9°.
Participó en la Batalla de Tacna sobreviviendo a dicha acción y retirándose a La
Paz. Se desconoce su destino después de la Guerra del Pacífico.