Alberto Ostría Gutiérrez |
Nació en la ciudad de Sucre, en febrero del año 1897. falleció
en Santiago de Chile, el 24 de agosto de 1967
Escritor,
político y diplomático.
Hijo de Eulogio Ostria y María Gutiérrez,
estudió en la Universidad
Mayor, Real y Pontificia de San Francisco Xavier de Chuquisaca. Contrajo
matrimonio con Elena Pérou.
Fue director del periódico “El
Diario” entre 1926 y 1927.
Tuvo una extensa carrera diplomática, siendo ministro plenipotenciario en Perú (1928-1929), Ecuador (1930)
y Brasil (1936).
Participó como delegado en varias conferencias internacionales y fue ministro de
Relaciones Internacionales entre 1939-1941.
Embajador en Chile entre 1942-1943,
se exilió a partir de 1944 por
el ascenso al poder de Gualberto
Villarroel. Una vez derrocado el régimen de Villarroel, volvió a ser
embajador en Chile, desarrollando una serie
de conversaciones con el gobierno chileno, con el fin de obtener un puerto
para Bolivia en el Océano Pacífico a cambio de compensaciones no territoriales
para Chile.
El triunfo de la Revolución
boliviana el año de 1952 le obligó a partir nuevamente al exilio
La acción diplomática más importante en la temporada de 1930 a 1952
fue la gestión del embajador boliviano Alberto Ostria Gutiérrez ante
el gobierno chileno presidido por Gabriel González Videla. |
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El más
importante de sus libros, Una obra y un destino, escrito con severa
precisión expositiva y con los caudales de la propia experiencia, es una
diestra y clara síntesis de la política internacional de Bolivia en los años
posteriores a la Guerra del Chaco. /…/ Sus trabajos literarios son del
género narrativo, cuentos de dotación costumbrista, realizados en suerte
feliz de equilibrio estético bajo normas de sobriedad, precisión y
limpidez”.
En un artículo titulado Visión panorámica de Bolivia, Ostria habla del
espíritu boliviano al anotar: “Las ciudades de la montaña y de la
altiplanicie son resultado de la atracción del Ande y de sus tesoros
minerales. Y si en esa zona y en el valle se hace históricamente Bolivia,
geográficamente el macizo andino es ‘el sustrato básico de la nacionalidad
boliviana’. En realidad, el alma de Bolivia está prendida allí, en la meseta
y en la montaña, y ése es tal vez el secreto de su perennidad frente a
tantos y tamaños infortunios”.
Licenciado en Historia, Universidad Mayor de San Andrés de La Paz. Magíster
en Derecho Internacional, Universidad de Chile. Catedrático de la Academia
Diplomática de Bolivia. Asesor del Ministerio de Relaciones Exteriores y
Culto de Bolivia.
El 20 de octubre de 2004, se cumplió el centenario de la suscripción del
Tratado de 1904 que determinó el encierro geográfico de Bolivia.
Cabe señalar que durante el curso del siglo veinte hubo muy importantes
negociaciones para solucionar el problema marítimo boliviano en forma
definitiva y satisfactoria para ambas partes. Se hará referencia,
someramente, sólo a las principales.
La primera se dio en 1920, cuando se suscribió en La Paz, el
Acta de 10 de enero de dicho año, entre el Canciller don Carlos Gutiérrez y
el Ministro Plenipotenciario chileno, don Emilio Bello Codesido. Este
diplomático, había firmado como canciller de Chile, el Tratado de Paz de
1904, que había establecido el enclaustramiento geográfico boliviano. Esto
demuestra que hasta el propio autor del Tratado de Paz había comprendido lo
injusto que fue ese acuerdo y que era menester modificarlo dando a Bolivia
una salida propia y soberana al mar.
LIBROS
Cuento: El traje del Arlequín Traje
de Arlequín fue publicado por primera vez el año 1921, como una obra
conjunta de dos autores chuquisaqueños: Adolfo Costa du Rels y Alberto
Ostria Gutiérrez, por aquel entonces ambos bastante jóvenes.
Leyenda: Rosario de leyendas (1924).
Ostria gana el título de tradicionista boliviano, y tradicionista en letras
mayúsculas.
Ensayo: Una revolución tras Los Andes (1944);
Una obra y un destino (1946);
Un pueblo en la cruz . Ostria Gutiérrez se vale de este libro para criticar duramente ciertos métodos que lamentablemente ya son tradicionales en nuestro sistema de gobierno de ayer y de hoy, el que siempre ha tenido la etiqueta de democracia y nunca ha sido menos que una oligarquía; de despotismo inhumano y aterrador. Sistema en el que Ostria Gutiérrez fue tentado y participo muchas veces... Pero hoy, más que el político, nos interesa el escritor |
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Varios: La
casa de la abuela (impresiones de Madrid, 1925).